El INV eliminó trámites para los vinos livianos
La resolución busca eliminar barreras legales para producir y vender vinos. De esta manera se elimina la obligatoriedad de señalar en la etiqueta el dato «Vino Liviano» y «Cosecha Temprana», así como otros trámites burocráticos relacionados con el etiquetado. Sólo se exigirá la comunicación al INV y la consignación de las características cromáticas y la materia prima.
La nueva regulación deroga la resolución Nº C.9, de marzo de 2011, que establecía una serie de requisitos administrativos, que los industriales debían comunicar al INV, a fin de su evaluación técnica y posterior autorización. También fijaba que debían “cumplirse los requisitos de etiquetados según la norma vigente, consignando: ‘Vino Liviano’ o ‘Vino Cosecha Temprana’”.
En los considerandos de la resolución reciente se detalla que “este tipo de producto, por su sistema de elaboración, no responde al grado alcohólico de despacho que se fija en cada año de elaboración, por lo que deberán responder únicamente a la materia prima que le dio origen”.
El INV está avanzando en algunos pedidos de la industria vitivinícola, de simplificar trámites y permitir la elaboración de nuevos productos que el mercado requiere, como el caso de los vinos sin alcohol, que fueron permitidos, también por regulación, esta semana. Ahora, facilita la elaboración de productos con bajo contenido de alcohol.
Otras medidas tomadas | En respuesta a un requerimiento de numerosos consumidores y de importantes sectores de la industria vitivinícola, también el INV aprobó la elaboración de vino sin alcohol y con baja graduación alcohólica, mediante distintos procedimientos reglamentados por normativas locales e internacionales. En los considerandos de la Resolución se menciona que se estudiaron las reglamentaciones al respecto de China, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Chile, donde estas prácticas son usuales. También se fundamentó en resoluciones de la OIV, que reglamentan la desalcoholización.
Esta homologación de la práctica permitirá que, por ejemplo, personas que no deben ingerir alcohol por cuestiones de salud o para cuidar un embarazo (foto principal), puedan disfrutar de un vino que mantiene las características organolépticas del vino original. La medida, por años resistida y debatida y hoy vista con buenos ojos por la mayor parte de la industria como una forma de ganar mercados.