La cosecha de uva fue la más alta desde 2021
El INV informó que se recolectaron 19,8 millones de quintales de uva, con un crecimiento de bodegas elaboradoras y una marcada participación de variedades tintas. Sin embargo, la producción de vino cayó un 40% respecto a 2024, lo que anticipa un nuevo equilibrio en el mercado vitivinícola.


Con 19,8 millones de quintales recolectados, la cosecha de uva 2025 no sólo superó las previsiones del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), sino que se convirtió en la más abultada de los últimos cuatro años. El cierre oficial, el 18 de mayo, confirmó un repunte en la actividad del sector primario vitivinícola, aunque la elaboración de vino fue notablemente menor que en la campaña anterior.
Mendoza, como cada año, lideró la recolección con el 75% del total nacional -14,7 millones de quintales-, cifra que, si bien refleja una corrección metodológica del INV respecto al conteo preliminar, implica un aumento del 9% frente a 2024. En conjunto, el país registró 10,3 millones de hectolitros de vino nuevo y 4 millones de hectolitros de mosto.
Un dato relevante de esta vendimia es el aumento de bodegas que participaron de la elaboración: fueron 893 establecimientos activos, 18 más que en 2024, aunque todavía por debajo de los 1.230 registrados al comienzo de la temporada. La reactivación, sin embargo, no se tradujo en más volumen de vino: la producción cayó 40% respecto al año pasado, lo que podría reflejar un cambio en la estrategia de diversificación del sector.
En cuanto a las variedades, las uvas tintas dominaron la escena con 5,5 de cada 10 kilos ingresados a los lagares. Las rosadas alcanzaron los 5,7 millones de quintales, y las blancas sumaron 3,3 millones. Entre los varietales, el Malbec reafirmó su liderazgo, con casi 4 millones de quintales cosechados en Mendoza, seguido por Cabernet Sauvignon con 1,7 millones.
El INV ya estableció, mediante la resolución 14/2025, los parámetros técnicos para la nueva añada. El vino 2025 podrá comercializarse a partir del 1 de junio, incluyendo remanentes de años anteriores. Además, se fijaron los grados alcohólicos mínimos para cada tipo de vino en Mendoza y San Juan: por ejemplo, en la primera, los vinos tintos deberán alcanzar un 12,6% de alcohol, mientras que los rosados subirán a 12,7%.
Pese a los bajos precios para el productor y un contexto todavía desafiante, el sector vitivinícola muestra signos de dinamismo. Con una cosecha superior a la media de los últimos tres años, pero aún por debajo del promedio de la última década (21 millones de quintales), el balance de 2025 será clave para definir la estrategia comercial de las bodegas en los próximos meses.

